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En el vasto mundo de la nutrición y la dietética clínica, las denominadas VLCD, o dietas de muy bajas calorías, han ganado protagonismo en los últimos tiempos.
Sacadas de contexto clínico (dedicado sobre todo al control y la gestión de la obesidad mórbida, también como preparación para la cirugía bariátrica) las VLCD también han tenido especial éxito en el control del sobrepeso simple o la obesidad no mórbida.
Ampliamente utilizada por algunos famosos y personalidades del mundo del espectáculo, la dieta muy hipocalórica ha entrado de lleno en el panorama dietético actual como una posible alternativa nutricional en manos del profesional.
¿Cuáles son las bases de partida?
Las VLCD son dietas muy bajas en calorías (clásicamente no deben superar las 800 calorías diarias), utilizadas habitualmente en el tratamiento de la obesidad mórbida.
Estas dietas son significativamente inferiores a las necesidades calóricas diarias medias de un adulto (estimadas aproximadamente en 2000 Kcal) y, por lo tanto, pueden inducir un estado de malnutrición.
Por este motivo, para evitar déficits nutricionales, especialmente en la esfera de los micronutrientes, en la mayoría de los casos en estas dietas es necesario sustituir las comidas por suplementos capaces de respetar las estrictas especificaciones calóricas, aportando al mismo tiempo todos los micronutrientes necesarios para preservar un cierto estado de bienestar.
También en este caso, el supuesto de partida es una fuerte restricción calórica y de hidratos de carbono, que empuja al organismo humano hacia la utilización de las reservas de grasa como principal fuente de energía.
En estas circunstancias, el aumento de la oxidación de lípidos a ácido acético, en condiciones generales de deficiencia de oxaloacetato, conduce a la formación de cuerpos cetónicos (valiosa nutrición para el cerebro en ausencia de glucosa), identificando una situación parafisiológica conocida como cetosis.
Precisamente por estas pronunciadas implicaciones metabólicas, las VLCD no deben prolongarse más de 12 semanas y deben ser necesariamente supervisadas por personal médico.
¿Cuáles son las indicaciones?
Las dietas altamente hipocalóricas están indicadas para:
- El tratamiento de la obesidad mórbida.
- Preparación de procedimientos quirúrgicos específicos en el contexto de la obesidad (por ejemplo, banda gástrica ajustable o balón intragástrico).
- En la pérdida rápida de peso relacionada con requisitos médicos específicos.
En el tratamiento de la obesidad, incluida la obesidad no patológica, resistente a otras intervenciones dietéticas.
Existen evidencias en la literatura que describen la eficacia de este tipo de dietas, siempre bajo estricto control médico, en el tratamiento de determinadas manifestaciones psiquiátricas, incluso en la infancia.
Evidentemente, aún no existen indicaciones precisas al respecto, dado el carácter totalmente experimental de estos estudios.
¿Cuáles son los beneficios potenciales de este tipo de dieta?
Varios estudios parecen coincidir en los beneficios metabólicos de las dietas hipocalóricas fuertemente equilibradas y restringidas en el tiempo.
Entre las mejoras observadas estarían:
- Una mejora del perfil glucémico en pacientes diabéticos y obesos, con una reducción de la resistencia a la insulina;
- Una mejora del perfil lipídico, en particular de las concentraciones sanguíneas de colesterol y triglicéridos;
- Una mejora de la movilidad articular en presencia de obesidad;
- Una reducción de ciertos marcadores inflamatorios;
- Una pérdida de peso rápida, estimada entre 1 y 2,5 kg por semana.
- Pérdida rápida de peso: Al restringir significativamente la ingesta de calorías, puedes perder peso rápidamente. Esto puede ser beneficioso si necesitas perder peso rápidamente para una ocasión especial o para mejorar tu salud.
- Mejora de la salud: La pérdida de peso puede mejorar la salud en general al reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades del corazón y algunos tipos de cáncer.
- Mayor motivación: La pérdida de peso rápida puede darte la motivación necesaria para continuar con hábitos alimenticios y de ejercicio saludables.
Sin embargo, estos beneficios deben ser considerados con precaución, ya que los riesgos asociados con las dietas muy bajas en calorías pueden superar los beneficios potenciales. Es importante hablar con un profesional de la salud antes de seguir una dieta muy baja en calorías para determinar si es segura y apropiada para ti.
¿Cuáles son los posibles riesgos?
La restricción calórica severa, los efectos metabólicos de la dieta y la inducción del proceso cetogénico podrían exponer al paciente a posibles efectos secundarios, como letargo, aumento de la sensación de apetito, confusión, náuseas, estreñimiento o diarrea y dolores de cabeza.
El uso prolongado también podría conducir a un mayor riesgo de deficiencias nutricionales, especialmente en micronutrientes, con alteraciones en el funcionamiento normal de órganos y sistemas.
Estudios interesantes demostrarían también que, aunque las VLCD son más eficaces en la pérdida de peso a corto plazo, a largo plazo proporcionarían ganancias adicionales con respecto a las dietas hipocalóricas equilibradas.
Contraindicaciones y precauciones
Debido a la naturaleza de las dietas ultra hipocalóricas, estas dietas están absolutamente contraindicadas durante el embarazo y la lactancia, en niños y adolescentes en crecimiento, en individuos ya desnutridos y en presencia de condiciones clínicas especiales.
Precisamente debido a la invasividad de estos protocolos dietéticos, debe buscarse una cuidadosa supervisión médica durante todas las fases de esta dieta.
